viernes, 22 de octubre de 2010

Comienzos


Fotografía de Erica Leighton titulada "High"


Cuando el hartazgo es más fuerte que la cautela, solo hay dos opciones posibles: sucumbir al abismo y enredarse en la telaraña del tánatos o bramar un “basta” disonante y rotundo con el que inaugurar una nueva etapa. Quien opta por esto último, se sonríe complaciente al dar ese paso tan anhelado que antes se le hacía inimaginable. Exaltado, vacía su hatillo de obligaciones creadas y derrotas cotidianas para llenarlo con visiones felices de esa nueva Utopía hacia la que parte. Pero los nuevos comienzos son tan prometedores como inciertos y uno puede echar en falta esa red de seguridad llamada rutina que antes advertía con desprecio y, lo que es más terrible, puede ser presa del vértigo que supone saberse único responsable de esa puesta a cero, ya sea caprichosa o necesaria, y flaquear ante la voz interior que le repite “ya no hay excusa que valga…”